La Miel Organica de Jhon Harrison
El Joven Apicultor - Armante de las Abejas
Con este blog queremos generar información
sobre los productos sanos, soberanos, andinoamazónicos, para cultivar una
relación conectada entre las personas que consumen, las que producen y el
producto mismo, basada en confianza y transparencia. Aquí en adelante tienen la
oportunidad de conocer el apicultor Jhon Harrison que produce en la finca de
sus padres la famosa miel orgánica, movido por un amor profundo para las
abejas.
Jhon Harrison es estudiante de biología y el apicultor apasionado
detrás de Meliflor.
La búsqueda de una
vida plena en la que el trabajo no agote a la persona, sino que tenga sentido y
se persiga por amor a la causa es lo que llevó a Jhon Harrison, mejor conocido
como "Harry", a las abejas. Cuando el joven putumayense se enteró de
la apicultura, investigó en Internet sobre las abejas y el proceso de la
producción de la miel. La miel como líquido tan rico y con propiedades
medicinales no tardó mucho hasta que supo que “quería ser una de las personas
que saca miel,” cuenta Harry. Después de un autoestudio profundo, aprendiendo
de otros apicultores que comparten sus experiencias en internet, Harry
participó en una capacitación con Corpoamazonia en el año 2016, en donde tuve
la oportunidad de conocer más apicultores de la región que intercambiaron saberes
y abejas. Hoy día trabaja con las abejas nativas de las montañas, llamadas
abejas sin aguijón, que hacen parte de la familia de las Meliponas y con la
Apis mellifera de origen europeo.
A través de este proceso de aprendizaje, Harry descubrió su propia visión como apicultor. Según él, la relación entre los humanos y otros animales ha sido principalmente utilitarista. Es precisamente esta relación la que quiere invertir con su apicultura. El bienestar de las abejas se volvió una prioridad, siendo consciente de que una relación sana consiste en la reciprocidad.
“La cría de animales para la producción de algo que nos beneficie siempre ha sido de forma utilitarista. Las abejas no solamente las quiero utilizar, sino que realmente quiero cuidarlas y amarlas. Amarlas significa a veces tomar decisiones duras que estén a favor de ellas y no a favor de uno.”
Para esta forma de apicultura ética, pensada en las
abejas entonces, se necesita herramientas que protegen a las abejas, que
garanticen bajos riesgos de aplastamiento, sabe Harry, empezando con las
cajitas que deben ser pensadas en el bienestar de ellas mismas. Otro punto es
la alimentación de las abejas. Por miedo a contaminar la miel, muchos
apicultores se abstienen de alimentar a sus abejas, que es un gran error, dice
Harry. Intensificados por el ya notable cambio climático, hay periodos de
escasez durante los cuales es fatal no alimentarlas por parte de los
apicultores. Otros apicultores alimentan a sus abejas con agua con azúcar, que
tampoco es la comida adecuada porque, además, las abejas confunden la comida
con la miel. Para sus abejas, Harry encontró una dieta diferente. Para sus
abejas les prepara un pastel de diferentes harinas, de maíz, moringa, plátano,
arveja y lenteja que se mezcla con miel de abeja para hacer una pastica que les
sirve como un pedazo de pastelito. Es una comida llena de proteínas,
aminoácidos y vitaminas y así muy nutritiva.
Hay veces que él mismo también lastima una de sus abejas sin querer y con consecuencias fatales. Con mucho respeto, Harry se pone la abeja en su boca, como si la abrazara y con mucho respeto la empieza a tragar – cuando ella ya está muerta. En este sentido, le pide disculpa por quitarle la vida sin querer. Al tragarla, se la invita a su propio cuerpo, “a que haga parte de este cuerpo que me ayude a cuidarlas [abejas] mejor. Qué me ayude a pensar como ellas mejor y que siga viviendo por mis células.”
Pero la existencia de los polinizadores principales del planeta, se ve amenazado por la crisis climática cuyas consecuencias son cada vez más tangibles. Aunque las Apis Melliferas de pronto se adaptarán, las nuevas enfermedades que trae el cambio climático también van a afectar las abejas. El joven biólogo ve la importancia en los conocimientos científicos, más preciso, de la genética, para poder ayudar a las abejas a adaptarse más rápido y para prevenir su extinción. Como resultado, de la crisis climática. la apicultura ya va a dejar de ser un negocio y se volverá solamente una inversión de conservar las abejas. Es desde esta perspectiva de futuro, que Harry quiere orientar su empresa; “Estemos preparados para cuando toca apoyar las abejas. porque ahorita las abejas nos están ayudando a nosotros.”
El Nodo RENAF ha facilitado unas visitas a la finca de Harry, para que los consumidores y consumidoras y demás personas vean y aprendan cómo se trabaja con las abejas de Meliflor. Escuelas han llegado también para recibir unas capacitaciones dadas por Harry. “Llevamos niños y otros grupos con el fin de mostrarles que la apicultura es algo bonito, que no es algo peligroso, no es algo duro. Es algo de abrir el corazón y quererlas.”
La visita del Nodo al apiario de Meliflor en Mocoa |